Capítulo 291

Chris se sentó allí, sin camisa, fingiendo leer un libro. Si realmente estaba absorbiendo algo, nadie lo sabía.

Bajo la lámpara de lectura, su piel tenía un brillo sutil, y el aire estaba impregnado con el olor de la testosterona.

Amelia no pudo evitar echarle un par de miradas más.

Maldita sea, ...

Inicia sesión y continúa leyendo