Capítulo 32

A la mañana siguiente, Leila apareció temprano.

—Lárgate tan pronto como puedas. Eres solo un estorbo.

Amelia no se quedó en la sala. En lugar de eso, fue a una habitación vacía al lado que Victor había preparado para que descansara. Había pasado toda la noche despierta y estaba ansiosa por recarg...

Inicia sesión y continúa leyendo