Capítulo 65

Amelia no se molestó en prestarle atención y simplemente abrió la puerta del coche, lista para entrar.

Pero Leila no se daba por vencida. —Ese niño se parece mucho a ti. ¿Podría ser...

—¿Qué tonterías estás diciendo?— Amelia replicó, girándose para mirarla con furia. —¿No tienes nada mejor que hac...

Inicia sesión y continúa leyendo