Capítulo 89

El siguiente momento, Amelia y los guardaespaldas escucharon los pasos frenéticos de esos desesperados que se abalanzaban sobre ellos.

—¡Mierda!— murmuró Amelia, sin importarle más Stella. En pánico, disparó al vidrio del balcón y gritó —¡Salgamos de aquí!

Había una piscina abajo, y saltar en ella...

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