CINCUENTA Y SEIS

Marco abrió los ojos débilmente, parpadeando contra las brillantes luces del hospital. El dolor en su pierna era sordo, un recordatorio punzante de su reciente cirugía. Mientras sus ojos recorrían la habitación, vio a Giovanni sentado a su lado, luciendo ansioso.

—Giovanni—croó Marco, con voz débil...

Inicia sesión y continúa leyendo