OCHENTA Y TRES

Los ojos de Olivia se abrieron suavemente, mientras miraba alrededor de la habitación tenuemente iluminada, observando las frías y desnudas paredes y la mesa en el centro de la habitación. Antes de que pudiera recuperar sus pensamientos, la puerta se abrió de golpe y Marco entró, su bastón golpeando...

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