Capítulo 23 — Él no es un monstruo, Aurora.

—¡Tío, apresúrate! —Los gritos y las risas de Rita jugando con Robinson me hicieron sentir en un universo alterno.

Uno que nunca consideré que tuviera.

Estábamos en el jardín, disfrutando de la tarde, y el té en mi taza ya se había enfriado.

Robinson perseguía a Rita entre los rosales, fingiendo ...

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