Sangre italiana

Si el viejo no hubiera estado en la casa, me le tiraba encima. Pero estaba, y ella se puso pálida, después roja, y estaba por llorar.

Tenía que ir a presentarme antes de que los chismes sobre mí le llegaran a Aldetti, antes de que supiera que Roberto Santamaría no paraba en ningún lado.

Creo qu...

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