Cajita Feliz

Conseguí que mamá nos cuidara a Giulia esa noche. No me costó nada, estaba enamorada de la princesa. Claro, una cosa es un nieto varón que llegaba tapado de barro y otra una muñeca. «Es más fácil hacerle vestidos», decía. De todas maneras, verla con sus dos nietos era regresar como 20 años atrás.

Se...

Inicia sesión y continúa leyendo