Hambre de migajas

Los mensajes de Sofía llegaban diferentes. «Sí», «Ok», «Después hablamos». Ya no me escribía igual que antes y cada respuesta me dolía. Algo había cambiado y no sabía qué. Pensé mil cosas diferentes: que la estaba enloqueciendo preguntándole por Enzo, que habló con alguien sobre mí, que alguien me v...

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