Enamorarse después de los 40

Se me aflojaron las piernas, el cuerpo, todo. Estaba ahí parado con las manos en los bolsillos mirando por una ventanita tapada de caca de paloma. Él también estaba sorprendido: se le abrieron los ojos, un poco los labios. ¿Por qué tenía que ser tan lindo? ¿Por qué tenía que tener esa forma completa...

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