Egos rotos

No estaba ahí, estaba volando por el aire. El esfuerzo que hacía para quedarme dentro de la realidad me hacía hasta fruncir el culo. Romina era tranquila, siempre esperaba que yo diera el primer paso. Eso me calentaba. Pero tenerla de rodillas, metiéndosela en la boca, lamiéndola, ensalivándola, me ...

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