Una mesita en la cocina

Nunca me hubiera imaginado esa conversación por parte de mis hijos. Me emocionaron, me hicieron sentir orgullosa. Estaban creciendo. A Sergio se le notaba la alegría en la cara, no lo decía, pero tenía los ojos más vivos y una mueca que simulaba una sonrisa. ¿Tanto sufrí pensando y agarrándome la ca...

Inicia sesión y continúa leyendo