Aprender a ser padre a los cincuenta

Se me había olvidado por completo lo que era tener tres hombres bajo el mismo techo. Dos celosos y uno tímido. La mayoría de los días eran buenos, tranquilos, rutina. Era diferente llegar a casa y tener la comida preparada o irme a la cama con Sergio y dormir abrazada.

A veces hasta nos divertíamos...

Inicia sesión y continúa leyendo