Capítulo 1005 Ser regañado

Diana agarró la mano de Victoria, ambas sosteniéndose un poco demasiado fuerte.

La espera parecía eterna.

Diana casi tenía miedo de respirar, y el corazón de Victoria latía tan fuerte que apenas podía recuperar el aliento.

Cuando el doctor finalmente salió con los resultados, suspiró y preguntó —...

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