Capítulo 990 Un bastardo que la compró

Pero él no hizo nada más, solo entrelazó sus dedos con los de ella y se sentó a su lado.

Victoria se calmó gracias a su silencio y al suave entrelazado de sus dedos, y ya no estaba tan nerviosa.

No sabía cuánto tiempo había pasado cuando él la levantó, y ella no se resistió.

Al final, durmió entr...

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