Capítulo 995 Ese hombre ciego

Una hora después, hubo algo de conmoción en la entrada del café.

—¡Ah, ayuda! ¡Ayuda!

Daisy vio a la chica corriendo y no pudo evitar sonreír, sintiéndose bastante complacida.

¿Ayuda?

Observó cuidadosamente la entrada del café nuevamente.

En la entrada, Victoria y sus amigas ya habían salido.

...

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