101

LYRIC

Me soné la nariz mientras acomodaba algunos mechones de cabello detrás de mi oreja, mi cara roja.

La criada se acercó a mí con la taza de té humeante.

—Gracias— murmuré mientras la tomaba.

Padre se acercó a mí. —Tu habitación está lista.

Asentí, tomando un sorbo de mi taza.

—¿Te importa ...

Inicia sesión y continúa leyendo