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Mientras me preocupaba por no ver el cuello de Jaris, Maddy seguía quejándose de cuánto odiaba a Jaris y, sorprendentemente, también a Nerion. Tuve que esforzarme para mantener la concentración en la carretera.

—¡Ni siquiera intentó ir tras de mí ni nada! En cambio, se puso del lado de ese monstruo...

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