147

Cuando terminé de comer, una doctora entró para revisar cómo estaba. Me trajo ropa limpia y aplicó algo en mis heridas.

Era curioso cómo fácilmente podía absorber este dolor de otros pero no podía hacer lo mismo conmigo. Eso era lo enfermo de los Sifones. Podíamos ayudar a los demás pero no a nosot...

Inicia sesión y continúa leyendo