150

La mano en mi bolsillo se cerró en un puño, deseando poder golpearlo en la cara.

—Solo te doy una semana, Jaris. Contacta a los Ancianos y a la gente de nuestra Manada, y diles que renuncias a tu posición y me la entregas a mí. Haz esto, y no tendremos problemas. Pero si no lo haces, te prometo que...

Inicia sesión y continúa leyendo