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LYRIC

Para cuando terminé de recorrer el interior, Kael había llegado.

—¿Te gusta? —preguntó con el rostro serio.

—¡Me encanta! ¿Está el Alfa? No me importaría ir a su habitación para agradecerle.

—No. Ya salió.

Sostuve la llave del coche cerca de mi pecho. —Muchas gracias. Definitivamente me p...

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