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La cuchara se cayó de mi mano mientras tomaba el teléfono y lo llamaba. Mi corazón latía a una velocidad increíble, amenazando con saltar fuera de mi pecho.

Afortunadamente, Jace respondió cuando lo llamé.

—Vi tu mensaje. ¿Es verdad? ¿Ella está viva? —dije apresurada.

—Sí. Pero su hermana no me d...

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