173

No recibí una advertencia. Mis ojos se abrieron de par en par cuando su mano se envolvió alrededor de mi garganta. Lo siguiente que supe fue que estaba de espaldas en la cama, luchando por respirar con su fuerte mano alrededor de mi cuello.

No me dio ni un segundo para procesar el choque antes de q...

Inicia sesión y continúa leyendo