174

LYRIC

Jaris reanudó su descenso por mi garganta, empujando hasta que llegó al fondo de mi garganta.

Las lágrimas brotaron de mis ojos, dificultándome mantenerlos abiertos. Pero no podía desobedecer a Jaris. Así que seguí mirando.

Miré cómo su rostro se retorcía de placer. No se detuvo hasta que m...

Inicia sesión y continúa leyendo