240

Estaba trabajando en mi portátil en la sala de estar cuando el Sr. Ming llamó a la puerta. Me sorprendió ver que era él cuando la abrí.

—Sra. Lyric. Espero no estar molestando.

—Para nada, Sr. Ming. ¿Necesita algo?

—No exactamente. Solo quería saber si aún vendrá a la fiesta.

La fiesta... De hec...

Inicia sesión y continúa leyendo