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Bianca ya me estaba esperando afuera de su apartamento cuando llegué. Su rostro estaba cubierto de preocupación, sus ojos me observaban como un halcón mientras salía de mi coche.

—Señora. ¿E—Está bien? Me preocupé cuando llamó para saber si estaba en casa.

Mis manos temblaban ligeramente. Me pregu...

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