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La habitación cayó en un pesado silencio. Las cabezas se volvieron hacia Marta.

Luna Isolde se levantó de un salto. —¿Qué!? ¿Qué tontería es esta!?

Jace continuó con su narración. —Hace cinco años, el trece de junio, nos conocimos en Oryndor. No sabía quién era ella, ni ella quién era yo. Pero cua...

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