Capítulo 40

Evelyn

Mientras comía, me sentí agradecida de que no hubiera mencionado mi episodio de llanto anterior, dándome espacio para recomponerme. Justo cuando empezaba a relajarme, un aroma flotó por el restaurante que me hizo congelarme—aire de montaña y rosas silvestres.

—¡Devon! ¡Qué sorpresa tan agra...

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