12

Para cuando terminamos de limpiar, Luca todavía estaba allí, enviando mensajes en su teléfono. Finalmente, me acerqué a limpiar la mesa.

—Hola, preciosa —ronroneó, y sentí una sensación visceral de disgusto. Luca era conocido por coquetear con las mujeres del restaurante, y traté de ignorarlo.

—Ho...

Inicia sesión y continúa leyendo