Capítulo 4
—¡Julie! ¡Julie! —su madre seguía gritando su nombre para que se levantara de la cama. A pesar de su edad, aún dormía como la niña de ocho años que solía ser. Mary le dio a Julie una palmada fuerte que la hizo levantarse de un salto.
—Creo que hoy tienes un gran día —le recordó su madre.
—Oh sí, gracias mamá —respondió Julie corriendo hacia el baño. Mary miró el reloj despertador que estaba en la mesa cerca de su cama. Se preguntaba si el reloj funcionaba. Aunque era muy trabajadora, este mal hábito podría costarle el trabajo si no tenía cuidado.
—Alguien necesita advertirle a esa chica —pensó Mary mientras se dirigía a su habitación.
Julie había sido el sostén de su familia desde el accidente de su padre que lo dejó en coma. Julie salió corriendo del baño con manchas de jabón en el cabello. Se vestía rápidamente. De hecho, tenía mucho trabajo pendiente. Y había una conferencia de prensa a la que asistiría el CEO.
¡Vroom! ¡Vroom! ¡Vroom! El teléfono de Julie seguía sonando. Lo contestó y comenzaron los gritos.
—¿Qué haces todavía en casa? ¿Sabes que pasé horas esperándote en la carretera? No tienes idea, ¿verdad? —Ben seguía gritando por el teléfono cuando Julie colgó. El único lugar donde tenía fuerza era en el teléfono, "¿qué tipo?" murmuró para sí misma. Ben arrancó el coche al ver a Julie.
—¿Cómo está Lucian? —preguntó con preocupación.
—Vaya, Julie, nunca me preguntas cómo estoy yo, pero este extraño de ayer parece captar tu atención —dijo Ben con celos.
—Vamos, Ben, no seas tan celoso, sabes que también me preocupo por ti.
—¿Entonces dijo algo anoche?
—No, no dijo nada —respondió rápidamente.
—Ben, no me mientas.
—¿Quieres que te diga que peleamos anoche?
—¿Pelearon? ¿Qué pasó?
—Es un tonto local, luché para conseguirle comida anoche y ¿sabes qué? No come nuestra clase de comida —se quejó mientras tocaba la bocina a una mujer que caminaba lentamente en el paso de peatones. Julie le lanzó una mirada a Ben, quien se sonaba la nariz como si hubiera llorado. Dejar que Lucian se quedara con él fue una muy mala idea, pero no había nadie más que pudiera alojar a un extraño excepto Ben, su amigo más cercano. Ni siquiera se atrevería a llevar a una persona así a casa o estaría castigada de por vida.
—¿Entonces lo dejaste en casa?
—No, está con Peter —afirmó Ben mientras estacionaba el coche en el aparcamiento. Ambos salieron del coche y se dirigieron a la entrada del edificio, ninguno de los dos parecía comunicarse más, ya que ambos estaban en departamentos diferentes.
—Nos vemos luego —se despidió Ben de Julie mientras se dirigía a su departamento. Julie estaba en un departamento superior al suyo, por lo que era difícil verla durante las horas de trabajo.
—No tienes idea de cuánto tiempo has estado en ese edificio —interrogó el doctor Peter a Lucian, quien solo le lanzó una mirada y no respondió, ya que creía haberle dicho a Peter antes. Peter parecía no disfrutar de esta conversación, ya que Lucian lo molestaba en cualquier momento. Notó que Lucian tenía un tipo de dientes diferente al de los humanos. Parecían más los de un depredador. ¿Qué no podía averiguar sobre este extraño? Hay mucho por saber, pensó mientras bebía un vaso de agua que había estado en su mesa por mucho tiempo. Al final, suspiró con cansancio mientras trataba de encontrar una mejor manera de interrogar a Lucian.
—Ja, ja, ja —Mr. Joe soltó una carcajada mientras dirigía su mirada de Julie a la prensa. Era el editor senior de la organización y era difícil de convencer en áreas como la que ella presentaba. Se preguntaba por qué el video que presentó no era un misterio convincente. Resoplaba ante cada comentario que no estaba en sintonía con el suyo. Después de revisar todos los videos, algo pareció captar su atención y era la puerta que parecía una imagen. Mr. Joe mostró un repentino interés en ver más de los videos, lo que le dio a Julie un signo de alivio.
—¿Dónde está este hombre extraño ahora? —preguntó Joe con ojos inquisitivos mientras la imagen desnuda parecía asustar.
—¿Es realmente humano? —muchos preguntaron con asombro, ya que no habían visto algo así antes.
De hecho, esto captaría la atención del público, pensó Mr. Joe. Su apariencia animada le dio a Julie una buena sensación de esperanza.
—Entonces, ¿qué piensas? —preguntó Julie para asegurarse de sus pensamientos.
—Bien, ¿qué tal si hacemos un trato? Si lo logras, serás promovida.
—¿Qué debo hacer? —preguntó Julie con molestia.
—Bueno, es simple, si traes a ese hombre aquí, obtendrás tu promoción.
Julie soltó una risita infantil mientras aseguraba que cumpliría el trato.
—¿Cómo te fue? —empezó la conversación Ben.
—¿Por qué no estuviste allí? —Julie continuó el diálogo.
—Tenía trabajo que terminar, pero olvídalo. ¿Le interesaron los videos?
—Por supuesto, me pidió que trajera a Lucian mañana.
—¿Vas a hacer eso?
—Claro, por eso lo trajimos en primer lugar, ¿recuerdas? —le recordó. Ambos se dirigieron a un restaurante para tomar un café.
—¡Desaparecido! —Ben gritó de repente al teléfono, mirando a Julie, quien se asustó. Mientras tomaban café, entró una llamada.
—Está bien, vamos para allá, por favor no te asustes —Ben animó a Julie, quien ya estaba a punto de gritar. ¿Qué hará si no entregan a Lucian? ¡Dios! Nunca le darán una promoción. Había luchado tanto para que esto sucediera y ahora sus planes se iban a arruinar. Además, no pudo evitar que las lágrimas rodaran libremente por sus mejillas. Ben la consoló tratando de no reírse de ella, ya que se veía graciosa cuando lloraba. Se apresuraron al laboratorio de Peter tan pronto como llegaron al hospital.
—¿Cómo se perdió? —Julie irrumpió contra Peter.
—Estaba luchando conmigo cuando intenté darle una inyección y salió corriendo después de eso.
—¡Argh! ¿Dónde encontramos a una persona así? Ni siquiera sabe cómo orientarse —mencionó Ben.
—Tenemos que encontrarlo, por favor, esa promoción significa mucho para mí —suplicó Julie arrodillándose para recuperar el aliento.
—Vamos, Julie, empecemos nuestra búsqueda por esta área —Ben comenzó a levantar a Julie mientras se marchaban.
