Capítulo 42

Un hombre se acercó a Rose mientras ella dormía en el cojín.

—¿Rose? —llamó una voz.

—¡Buen día! —se levantó y saludó con los ojos entrecerrados mirando hacia abajo.

—Por favor, siéntate —le ofreció Joe.

—Iré directo al grano —dijo Rosetta. Sabía que él no era del tipo que disfrutaba de largas c...

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