Capítulo 26

—¿Por qué no estás durmiendo?

Temprano en la mañana siguiente, Kevin frunció el ceño al notar algún movimiento.

—Tengo una clase a las 8 a.m. hoy.

—No vayas —me jaló de nuevo hacia su abrazo con una mano—. Déjame abrazarte un poco más.

—No, tengo tareas que entregar esta mañana.

—Christina, mor...

Inicia sesión y continúa leyendo