53, Juicios de la carne

Tenac solo había dejado de vigilar las puertas dobles por breves momentos, para asegurarse de que el aari estuviera cómodamente sentado en dos sillas y para colocar a sus hombres estratégicamente en la sala. Después de eso, había vuelto a apoyarse contra la pared donde había estado cuando Ayya entró...

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