CAPÍTULO 128

El viaje en coche fue silencioso.

No era el tipo de silencio que suplicaba ser llenado, sino el tipo que presionaba contra sus costillas como un aliento contenido. Saphira estaba sentada en el asiento trasero, su hombro rozando la ventana fría, sus ojos fijos en el borrón de árboles que pasaban ráp...

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