CAPÍTULO 130

El bosque se espesaba a su alrededor, el dosel arriba se entrelazaba más con cada paso. Saphira se movió primero, sus botas hundiéndose en el musgo húmedo. Sus ojos se movían de sombra en sombra, siguiendo la curva de las ramas, el movimiento de las hojas. *Demasiado silencio. ¿O justo lo suficiente...

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