CAPÍTULO 181

A la mañana siguiente, el aire en la casa de la manada llevaba una energía inquieta. Saphira apenas había terminado su té cuando Amara apareció en la puerta, su expresión tensa de urgencia.

—Hemos tenido un avance —dijo Amara, su voz baja pero rápida—. Con los antídotos. Deberías venir.

Saphira in...

Inicia sesión y continúa leyendo