CAPÍTULO 233

Habían pasado un par de semanas, y el Casamentero ya no era un lugar de miedo, sino un sistema viviente que prosperaba bajo la guía de la manada. Cada semana, los miembros rotaban, guerreros, sanadores, miembros de la manada, asegurando que el Casamentero siempre estuviera atendido sin que nadie se ...

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