CAPÍTULO 77

Asher y Zafira eran estatuas, inmóviles, atrapados en la mirada del otro como si la habitación hubiera dejado de existir en el momento en que sus ojos se encontraron. Saphira estaba justo a un lado, con una mano apoyada en el borde de la cama, pero no se atrevía a moverse. Algo sagrado se había teji...

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