CAPÍTULO 86

El silencio se asentó suave pero sofocante. Del tipo que llenaba los pulmones y dejaba algo pesado detrás. Saphira estaba rígida en su silla, con una pierna cruzada sobre la otra tan apretadamente que su muslo había comenzado a doler, pero no se movió. Sus brazos cruzados sobre sus costillas como un...

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