CAPÍTULO 89

La luz de la mañana se extendía en suaves bandas sobre las sábanas arrugadas, proyectando un cálido dorado en la quietud de la habitación. Saphira se movió, sus dedos rozando distraídamente el colchón a su lado, vacío. La falta de su presencia le provocó una extraña punzada, suave pero presente, com...

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