25

-¿Un hijo mío?- Vincet contuvo las ganas de soltar un bufido con escepticismo- Acaso ella está loca.

Alicia tenía los labios tan apretados que estaban blancos y bajó la cabeza avergonzada por lo que había dicho. Decirle aquello había sido literal mencionar tener sexo abiertamente con él. Ah, querí...

Inicia sesión y continúa leyendo