Capítulo cuatro: Te repudio
Alex POV~
—Por última vez, ¿saboteaste mis planes sobre el ataque al Pack del Bosque de Cristal? —me preguntó mi papá.
—¡No, no lo hice! —negué, aunque ambos sabemos muy bien que estoy mintiendo. Odiaba el hecho de que siguiera atacando a hombres lobo inocentes sin razón. Un hombre tan insano. Así que cuando vi su plan sobre invadir un pack de hombres lobo, cambié los planes y el mapa del pack. Al final del día, cuando los cazadores salieron para la operación, el mapa los llevó a un callejón sin salida. Regresaron y se lo informaron a mi padre, quien es el señor de los cazadores. Mi papá sabía que alguien había alterado el plan. ¿Y quién más podría ser sino yo? Mi papá siempre me ha odiado desde que tengo memoria. Por qué no me ha matado aún, no tengo idea.
—¡He tenido suficiente de tus comportamientos estúpidos! No eres más que una molestia para mí. No trabajas, no haces nada más que quedarte en casa todos los días como el débil que eres. De ahora en adelante, ya no eres mi hijo. ¡Denle treinta latigazos! —ordenó mi padre antes de salir de la habitación. Dos de sus hombres me sujetaron por los brazos mientras otro me azotaba. Para cuando terminaron, estaba demasiado débil para moverme. Me quedé en el suelo gimiendo de dolor. Todos me dejaron solo en la habitación.
No sé qué les hice a todos ellos. Todos me desprecian excepto Lily, una de las sirvientas.
Después de unos minutos, la puerta se abrió de nuevo y escuché pasos acercándose a mí. No necesitaba voltear para saber que era Lily.
—¿Estás bien, Alex? —me preguntó mientras se arrodillaba a mi lado. Gemí para responder a su pregunta.
—¡Qué tonta soy! Esa no es una pregunta que hacer viendo el estado en el que estás. ¿Puedes sentarte? Te traje algunos analgésicos. Lily me ayudó a sentarme y me pasó las medicinas y un vaso de agua.
—¡Gracias! —le sonreí mientras tomaba la medicina y dejaba el vaso a mi lado.
—¡No necesitas agradecerme! Es un placer. Escuché de los cazadores que tu padre te desheredó. ¿Qué vas a hacer ahora? —preguntó Lily preocupada.
—¡Sí, lo hizo! Honestamente, no sé por qué tardó tanto en hacerlo —dije sinceramente. Mi padre y yo nunca hemos hablado como un padre y un hijo deberían. Sabía que siempre me había tolerado por el bien de mi mamá. Así que cuando ella murió, pensé que se desharía de mí, pero para mi sorpresa, me mantuvo cerca por razones que solo él conoce.
—¡Deja de hablar como si fueras una persona no deseada! Estoy segura de que tu papá no lo decía en serio —dijo Lily tristemente.
—No estoy enojado por todo esto. Siempre he querido dejar este lugar tóxico. Y ahora que tengo la oportunidad, ¡seguro que me iré! —dije con determinación. Solo he salido de este campamento unas tres veces en toda mi vida y todas las veces fue con mi mamá o mis hermanos. Estoy cansado de este lugar. Siempre he deseado una oportunidad para explorar el mundo fuera de este campamento.
—¿Así que realmente te vas? —preguntó Lily tristemente.
—Por supuesto, pero te prometo que volveré por ti —dije y sus ojos se iluminaron.
—¿Lo prometes? —preguntó.
—¡Lo prometo! —le aseguré.
—¿Promesa de meñique entonces? —Lily sacó su dedo meñique.
—¡Promesa de meñique! —saqué mi dedo meñique y lo crucé con el suyo. La atraje para un abrazo. Ella es la única persona a la que voy a extrañar.
—Está bien, tengo que volver al trabajo antes de que Mamá Cara note que estoy ausente. Cuídate ahí fuera y asegúrate de cumplir tu promesa y volver a buscarme —Lily me dio un beso en la frente antes de tomar el vaso, levantarse y salir de la habitación.
Me quedé sentado unos minutos antes de levantarme. Me dirigí a mi habitación para empacar mi ropa y marcharme.
Mientras me dirigía a mi habitación, escuché susurros provenientes de la habitación de mi papá. La curiosidad me hizo acercar la cabeza a la puerta para escuchar su conversación. Son mi papá y mis hermanos.
—Ahora que lo has desheredado, ¿qué pasará con nuestros planes entonces? —escuché a mi hermano Jonah preguntarle a mi padre.
—¡Los planes siguen siendo los mismos! —le respondió mi padre.
—¿Pero qué pasa con el acceso a los fondos? Sabes que necesitamos esos fondos para poder comprar armas que nos ayuden a destruir a los hombres lobo. Y como tu esposa dejó los fondos a su nombre, solo podemos acceder a ellos a través de él —dijo mi otro hermano Luke. Mis ojos se abrieron en comprensión. Así que esta es la razón por la que mi padre me mantuvo todo este tiempo. Solo quería buscar una oportunidad para usarme por los fondos. Ahora las palabras de mi madre en su lecho de muerte tienen sentido para mí.
Flashback~
(Alex de diez años)
—¡Alex, hijo mío! —me llamó mi mamá y me acerqué y me senté junto a ella en la cama donde estaba acostada.
—Alex, hijo mío, quiero que sepas esto, ¡estás destinado a algo más grande que esto! Cualquier oportunidad que tengas para salir de aquí, corre por tu vida. ¡Nunca permitas que tu padre y tus hermanos te manipulen para unirte a sus malos hábitos! —dijo mi mamá. Aunque no entendía de qué estaba hablando, me quedé sentado y la escuché.
—Prométeme que harás lo que te dije —mi mamá me sostuvo la mano.
—¡Lo prometo, mami!
—Ese es mi niño. Siempre recuerda que te amo —mi mamá sonrió y luego cerró los ojos. Y ese fue el final. Ella falleció.
~ Fin del flashback ~
—Bueno, eso es simple, no voy a permitir que se vaya del campamento todavía. Ya hablé con sus abogados, me pidieron que fuera a su oficina el lunes. Iré con Alex y una vez que tenga el dinero, ¡lo eliminaré para siempre! —mi padre explicó sus planes a mis hermanos.
Oh, qué plan tan maravilloso. Lástima que ya lo escuché.
—¿Qué estás haciendo? —una voz enojada preguntó detrás de mí. Parece que ya me han atrapado. Me giré y vi al segundo al mando de mi padre de pie.
—¿Bueno? —me preguntó. Sé que necesito actuar rápido o estaré en un problema mayor. Me levanté y usé toda mi fuerza para darle una patada en sus partes. Apuesto a que no esperaba eso de mí. Puso sus manos en sus partes y cayó al suelo. Sé que el ruido va a atraer la atención de mi padre y mis hermanos, así que salté por la ventana gracias a mi pequeño cuerpo. Corrí rápidamente hacia el bosque. Seguí corriendo con todas mis fuerzas por si los hombres de mi padre decidían seguirme.
