Capítulo 37 Amor no correspondido

—Asher, ¿no tienes casa? —escuché su voz detrás de mí. Suspiré y me di la vuelta para mirarla.

—Este es mi apartamento, mi lugar, y no te invité —añadió.

—Pensé que te habías ido.

Ella me miró con el ceño fruncido, luego sacó sus llaves del bolsillo.

—Te dije que lo pensaría.

—¿Ya tienes la res...

Inicia sesión y continúa leyendo