Capítulo 55

La tierra se detuvo, mi mente se quedó en blanco y mi corazón se sintió pesado. Mi alma estaba llena de dolor y preguntas. Si no fuera por el brazo de Zander alrededor de mi cintura, seguramente me habría desplomado en el suelo.

—Hazel, Hazel... ¡háblame, Gatita!— La voz de Zander sonaba como si es...

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