Capítulo 119

MÁS TARDE ESA NOCHE, acosté a Maverick y luego me metí en la ducha, gimiendo mientras el agua golpeaba mis brazos y piernas. Giré la llave a tibio y agarré el jabón. Santo cielo, estaba quemada hasta quedar crujiente. Naturalmente, tenía la piel clara y no era una gran amante del sol, así que no rec...

Inicia sesión y continúa leyendo