Capítulo 578

—Sí. Me comeré tu hamburguesa y la mía, entonces.

—¿Comiendo por estrés?

—Maldita sea, sí. Herí a mi mujer y tenía miedo de no poder arreglarlo.

Me apoyé contra él. —¿Soy tu mujer, eh?

—Si me aceptas.

—Te acepto. —Le di una palmada en el pecho—. Déjame decirle a mi papá que se detenga.

—¿Ha encontra...

Inicia sesión y continúa leyendo