Capítulo 36

—Y... tú hablas— tartamudeo mirando la bola de fuego. Con asombro. Quiero decir, no hay una boca en la bola de fuego, ¿cómo puede hablar?

—En realidad no hablo, ya sabes. Estoy hablando dentro de tu cabeza. Con Nix puedo hacer lo mismo, he estado con ella todo este tiempo y nadie nunca pensó en hab...

Inicia sesión y continúa leyendo