Capítulo 5
Flash Back
—Mamá, en serio, necesitas aprender a no abrirte de piernas para cada maldito super que hay por ahí. No son tu pareja destinada. Tu especie no tiene parejas destinadas —grita Jameson a nuestra madre.
Puede que solo tenga un año, pero entiendo todo lo que está pasando. Entiendo que una vez más Jameson ha venido a recogerme y cuidarme porque mi madre tiene otra cita.
Esta mañana mamá intentó matar una araña que encontró en el cuarto de lavado, gritó y luego escuché el sonido de un spray. Corriendo tan rápido como mis pequeñas piernas podían, recogí la araña y la lavé lo mejor que pude. Luego bajé las escaleras para ponerla con Tito.
—Jameson, soy tu madre, no puedes hablarme así. ¿Me oyes? Además, ¿quién dice que los íncubos no tienen parejas destinadas? Mi otra mitad puede no ser como yo, lo que significa que podría tener una pareja destinada —dice mi madre con tristeza.
—Tu pareja destinada podría rechazarte ya que ya tienes cuatro hijos adultos, además de uno casi adulto, sin mencionar un bebé. ¿Qué demonios, mamá? Sé que si encuentro a mi pareja destinada y ella se ha acostado con la mitad de la población super, no creo que pueda superar eso —dice Tennessee.
—Mamá, no es nuestra responsabilidad cuidar de Hennessy cada vez que quieres abrirte de piernas para tu próxima esperanza. Además, ¿cómo es eso más importante que Hennessy? —gruñe Jameson.
—Jameson, cállate. Realmente me disgusta cuando me haces sentir que estoy haciendo algo mal cuando al final del día solo quiero ser feliz. Además, todos ustedes son lo suficientemente mayores para ayudar con Hennessy —murmura nuestra madre.
—¿Qué está haciendo London? —pregunta Tennessee mientras mira afuera, observando a London sentado junto al gran roble en el patio trasero.
—Comulgando con la naturaleza o alguna mierda así —murmura Jameson, levantando a Hennessy del suelo y abrazándola.
Mis hermanos y London siempre me abrazaban en cualquier oportunidad; según ellos, hago que lo malo desaparezca.
—Jameson, ¿puedes cuidar de ella esta noche? —dice Tennessee—. Tengo algunas cosas de demonios que necesito resolver. Es un verdadero dolor en el trasero, pero estoy seguro de que estaré libre mañana.
—Está bien, Tennessee, puedo cuidarla esta noche, pero necesitaré traerla de vuelta temprano —dice Jameson a Tennessee.
—Mamá, ¿escuchaste a Jameson? —llama Tennessee mientras me acaricia suavemente la cabeza.
—¡AAAARRRRGGGHHH! —Jameson y Tennessee corren conmigo en sus brazos. Mientras bajan corriendo las escaleras del sótano, vemos a Tito saltando y gruñendo, tratando de quitarse algo de la espalda.
—Tito, cambia —gruñe Tennessee mientras enciende una bola de fuego en sus manos.
Tito sigue saltando mientras gruñe y se queja. Jameson se queda más atrás protegiéndome, pero también temblando en silencio.
—¡Tito, cambia AHORA! —gruñe Tennessee.
Con mis aplausos y risitas y los hombros temblorosos de Jameson, Tito logra cambiar y justo en su hombro está la araña que puse en su cama. Tennessee me mira y sonríe antes de avanzar, agarrar la araña y lanzarla por la ventana.
—Eso tiene que ser la cosa más graciosa que he visto —dice Jameson riendo.
—Hen, ¿pusiste una araña en Tito? —pregunta Tennessee tratando de no reírse.
Recuerdo asentir con la cabeza antes de que Jameson me ponga en el suelo.
—¿Qué hacen aquí? —pregunta Tito mientras se pone algo de ropa.
—Mamá, va a otra cita —dice Tennessee con puro desdén.
—¿Qué? ¿Y qué pasa con Hen? —ladra Tito.
—Aparentemente es nuestro trabajo porque mamá necesita encontrar a su pareja destinada —escupe Tennessee.
—No tendría una pareja destinada y ha estado tomando esa estúpida poción durante tanto tiempo que probablemente ya no tendría ningún aroma para encontrar una verdadera pareja destinada —dicen Tito y Jameson al unísono.
—La llevaría, pero Skky no puede ser confiado cerca de ella y tengo muchas cosas que resolver en la manada —dice Tito mientras acaricia suavemente mi cabello.
—Sí, está bien, ya le dije a mamá que la llevaré. Solo tengo que traerla de vuelta temprano mañana por la mañana porque tengo una reunión de trabajo —dice Jameson.
—¿Qué respondió mamá? —dice Tito mientras se agacha para levantarme del suelo y todos subimos las escaleras.
—Nada —dice Tennessee.
—Mamá, ¿escuchaste a Jameson? La traerá de vuelta temprano mañana —ladra Tito justo en frente de su cara.
—Sí, sí. Llévensela ahora y todos váyanse, él llegará pronto —murmura mamá.
Vi a mis hermanos poner los ojos en blanco. Tito me da un último abrazo y un beso en la mejilla antes de entregarme a Jameson. Tennessee hace una pedorreta en mi mejilla antes de desaparecer. Tito me guiña un ojo mientras sale por la puerta y se sube a su coche. Mientras Jameson sale de la casa conmigo en brazos, London flota hacia nosotros, sonríe y usa su magia para crear un montón de burbujas. Se inclina cerca y susurra algo a Jameson antes de besarme en la mejilla.
—¿QUÉ? —grita Jameson, haciendo que Tennessee y Tito se acerquen a nosotros.
Jameson me pone en el suelo y tan pronto como estoy libre, me muevo hacia las flores. Veo a mis hermanos reunirse alrededor de London. Jameson, London, Tennessee y Tito todos me miran. Recuerdo mirar a los ojos de London y ver sus ojos llenarse de lágrimas, pero luego no había nada, parpadeó y la tristeza se fue. Es el gruñido bajo y los ojos negros y feroces que veo lo que me hace mirar hacia arriba. Ahí veo a Skky corriendo hacia mí con tal velocidad que antes de saber lo que está pasando, todo se vuelve negro. Pero no antes de escuchar a mi hermano gritar el nombre de Skky y un dolor increíble.
Fin del Flash Back
