Capítulo 85

—¿Lo... Londres? —llamo, pero mi voz está ronca y apenas puedo emitir palabras o sonidos. Ahora sé lo que realmente es perder la voz de tanto gritar y suplicar.

Claro, la bruja era ingeniosa, pero eso no era nada comparado con lo que hizo la Reina. Cada corte y cada uña que arrancaba de mis manos y...

Inicia sesión y continúa leyendo